Si estás pensando en hacerte un tratamiento de diatermia, seguramente te habrás encontrado con estos dos términos: diatermia capacitiva y resistiva.
Y puede que te preguntes: ¿son lo mismo?, ¿cuál es mejor?, ¿para qué sirve cada una?
Es normal tener dudas, sobre todo cuando quieres elegir un tratamiento estético que realmente funcione y se adapte a lo que tu cuerpo necesita.
En este artículo te explicamos de forma clara y sencilla en qué se diferencian estas dos tecnologías, cómo actúa cada una sobre la piel y qué beneficios puedes esperar si se combinan en un protocolo profesional.
Cómo funciona la diatermia y para qué sirve
La diatermia es una terapia que estimula la energía interna de los tejidos mediante intercambios de iones, ayudando al organismo a restablecer su equilibrio natural.
Para ello se produce una hipotermia endógena (un aumento de temperatura en los tejidos) focalizada en el área del tratamiento.
Como consecuencia, aumenta la vasodilatación, produciéndose una activación tisular y enzimática, regeneración y reafirmación de tejidos y producción instantánea de colágeno y elastina.
En el campo de la estética, esto significa que este tratamiento sirve para:
- Reafirmar la piel: el calor estimula la producción de colágeno, que es lo que le da firmeza y elasticidad a la piel.
- Reducir la flacidez: ayuda a tensar la piel en zonas como el abdomen, los brazos o la cara interna de los muslos.
- Eliminar grasa localizada: mejora la circulación y el metabolismo celular, lo que favorece la quema de grasa.
- Reducir la celulitis: al mejorar la circulación y el drenaje linfático, la piel se ve más lisa y uniforme.
- Mejorar el aspecto de la piel: la piel se ve más luminosa, hidratada y con mejor textura.
Lo mejor es que es un tratamiento indoloro, no invasivo y con resultados visibles en pocas sesiones. Se puede usar tanto en el rostro como en el cuerpo, y se adapta según el tipo de piel y el objetivo de cada persona.
Diatermia capacitiva
La diatermia capacitiva es una forma de aplicarla sobre los tejidos más superficiales del cuerpo.
Se usa un cabezal con un recubrimiento aislante (normalmente de cerámica), que al entrar en contacto con la piel genera un campo eléctrico. Este campo produce calor en las capas más externas, como la piel, el tejido graso o el sistema linfático.
Lo importante es que el calor se genera desde dentro del cuerpo, no desde el aparato. Esto activa la circulación, mejora el drenaje de líquidos y estimula la producción de colágeno y elastina.
Esto hace que sea ideal para:
- Tratar la celulitis: especialmente cuando es blanda o edematosa (con retención de líquidos).
- Mejorar la flacidez leve: en cara, brazos, abdomen o muslos.
- Reafirmar el rostro: ideal en tratamientos faciales por su efecto suave y tonificante.
- Mejorar la hidratación y luminosidad de la piel.
- Reducir bolsas o hinchazón: por su acción sobre el sistema linfático.
Por supuesto, es un tratamiento cómodo, sin dolor y con una sensación agradable de calor. Se puede usar solo o combinar con la diatermia resistiva para trabajar a distintas profundidades.
Diatermia resistiva
La diatermia resistiva es otra forma de aplicar este tratamiento, pero en este caso el calor actúa en capas más profundas del cuerpo.
Se utiliza un electrodo metálico que se coloca directamente sobre la piel y genera calor en los tejidos con más resistencia al paso de la corriente, como la grasa más compacta, los músculos profundos, los tendones o incluso zonas cercanas al hueso.
A diferencia de la capacitiva, que trabaja más en la superficie, la resistiva penetra más hondo y es ideal para zonas donde hay más densidad o estructuras más duras.
En estética, se usa sobre todo para:
- Reafirmar zonas con flacidez moderada o severa
- Reducir grasa localizada resistente, como en abdomen o cartucheras
- Tratar celulitis más compacta o fibrosa
- Tonificar músculos profundos, por ejemplo en glúteos o abdomen
- Mejorar la elasticidad en zonas más profundas de la piel
También se siente como un calor agradable, aunque más intenso.
Beneficios de combinar la diatermia capacitiva y resistiva
Aunque pueden usarse por separado, combinarlas en un mismo tratamiento mejora mucho los resultados. ¿Por qué? Porque cada una actúa a una profundidad diferente y sobre distintos tipos de tejido.
Estos son los principales beneficios de usarlas juntas:
- Se trata la piel en todos sus niveles: la capacitiva trabaja en capas superficiales (piel y grasa blanda), y la resistiva llega a capas más profundas (grasa compacta, músculo, tejido más denso). Así se consigue un efecto mucho más completo.
- Mejora la firmeza y la elasticidad: la combinación activa más la producción de colágeno y elastina, lo que ayuda a tensar la piel y a mejorar su textura.
- Reduce más eficazmente la celulitis: se actúa sobre la retención de líquidos (con capacitiva) y sobre los nódulos más profundos y compactos (con resistiva), lo que mejora visiblemente el aspecto de la piel.
- Ayuda a remodelar el cuerpo: al trabajar tanto sobre la grasa superficial como sobre la grasa localizada más profunda, se favorece una silueta más definida.
- Aumenta el efecto drenante y la circulación: se estimula el sistema linfático y sanguíneo en diferentes capas, lo que mejora el metabolismo celular y la oxigenación de los tejidos.
- Se adapta mejor a cada zona del cuerpo: por ejemplo, en un tratamiento de piernas se puede usar capacitiva para la parte interna (más blanda) y resistiva para glúteos o cartucheras (más densas).
Nuestro método de 3 fases para conseguir los mejores resultados
En nuestra clínica no solo aplicamos la diatermia como un paso más.
Hemos diseñado un protocolo en tres fases, pensado para trabajar a diferentes niveles de profundidad, adaptándonos a las necesidades de cada persona.
Esta combinación nos permite mejorar la calidad de la piel, reducir grasa localizada y definir el contorno corporal, todo en la misma sesión.
1. Fase capacitiva
Usamos un cabezal especial que genera un calor profundo, pero suave, ideal para activar la microcirculación y estimular la producción de colágeno y elastina.
Este paso es clave para:
- Mejorar la textura y firmeza de la piel.
- Tratar la flacidez leve o moderada.
- Preparar el tejido para las siguientes fases.
- Activar el metabolismo celular de forma progresiva.
La sensación es muy agradable, como un masaje con calor, y muchas personas notan desde la primera sesión una piel más luminosa y tonificada.
2. Fase resistiva
Después, aplicamos la diatermia resistiva, que llega a capas más profundas del tejido.
Trabajamos directamente sobre zonas con más resistencia, como la grasa compacta, los músculos o incluso estructuras cercanas al hueso y, gracias a su mayor capacidad de penetración, esta fase es perfecta para:
- Reducir grasa localizada más profunda.
- Tratar celulitis compacta o fibrosa.
- Reafirmar tejidos con flacidez más avanzada.
- Estimular la tonificación muscular desde el interior.
Es ideal para zonas como abdomen, muslos, cartucheras o glúteos, donde muchas veces se acumula grasa más resistente o hay pérdida de firmeza más evidente.
3. Fase de activación
Por último, utilizamos un transductor especial, diseñado con una tecnología que combina calor y movimiento.
Este cabezal permite realizar maniobras específicas de masaje, drenaje linfático y modelado corporal, aprovechando al máximo el estado activado del tejido tras las dos fases anteriores.
En esta parte del tratamiento buscamos:
- Eliminar líquidos retenidos y toxinas.
- Favorecer el drenaje linfático.
- Redefinir el contorno corporal.
- Relajar la zona y cerrar el tratamiento de forma efectiva.
Este paso no solo mejora los resultados visibles, sino que también prolonga los efectos del tratamiento en el tiempo.
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Si estás buscando un tratamiento de diatermia eficaz para reafirmar tu piel, reducir la celulitis o remodelar tu figura sin pasar por quirófano, la diatermia es una excelente opción.
En nuestra clínica combinamos tecnología avanzada con un enfoque totalmente personalizado, adaptando cada sesión a las necesidades reales de tu cuerpo.
Además, te acompañamos en todo el proceso para que te sientas cómoda, segura y con resultados visibles desde las primeras sesiones. ¿Te animas a probarlo?
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